Teníamos pendiente cumplir una promesa a un antiguo alumno, David, que tuvo que cambiarse de instituto e irse hasta Las Cabezas de San Juan.
David seguía sintiéndose un piratilla más aunque no estuviera con nosotros y ¡por supuesto que lo seguiría siendo! Porque el sentimiento pirata es mucho más que una clase, es la pertenencia a un grupo donde se disfruta, se es compañero y se vive de mil maneras diferentes. (El que es del Sevilla o del Betis lo es para siempre, y nosotros igual. El que es «pirata» lo es para siempre).







Hemos desayunado de forma saludable antes de coger el autobús hasta el pueblo de Las Cabezas y poder visitar el IES Ciudad de Las Cabezas. ¡Es un instituto alucinante! Es una escuela-museo y los compañeros del Aula Específica nos han hecho de guías.
¡Volveremos a verlos! Pero ya en Sevilla, en otra excursión.








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